En Rianxo hay un mayor número de artistas por habitante que en otros lugares. Uno se los puede encontrar en cualquier sitio, como en el museo Nós Nuco, surgido de una iniciativa particular. Una pequeña verja conduce a un espacio tan inesperado como sorprendente. En él, 150 esculturas dan forma al erotismo, la religión y a realidades como la emigración que marcaron la historia de este pueblo marinero. Su autor, Nuco Losada, que despertó su vena creativa mientras viajaba por trabajo a lugares tan lejanos como Nueva Zelanda. El mar también fue, de algún modo, su compañero de viaje en estas creaciones.