La próxima parada será en el centro de A Pobra do Caramiñal, concretamente en el parque de o Castelo que como su nombre indica, estas fueron tierras donde se asentaba un castillo que fue destruido durante las Revueltas Irmandiñas. Aquí te encontrarás con el cruceiro conmemorativo de la ruta jacobea del mar de Arousa y río ulla (Cruceiro de la Virgen de la Peregrina) que forma parte del Viacrucis del mar de Arousa y Ulla. Representa la relación de estas tierras con el peregrinaje a Santiago y narra mediante sus grabados el traslado de los restos del Apóstol Santiago. Antes del siglo XIX esta villa estaba divida en dos poblaciones, O Caramiñal y A Pobra do Deán. En el fuste se pueden ver los dos símbolos de las dos localidades como son la planta de la caramiña (en referencia a la villa del Caramiñal) y la concha de vieira (en alusión a la Pobra do Deán) y que tras la unión de estos pasó a llamarse A Pobra do Caramiñal.
Muy cerca de aquí y también haciendo alusión a las peregrinaciones podrás ver la iglesia de Santiago do Deán con la imagen del apóstol Santiago.
Como villa de tradición marinera, podrás ver en el mismo parque y al lado de este cruceiro, la Casa Mariñeira, una de las pocas casas tradicionales y tan bien conservadas que quedan todavía en pie en la localidad.
En la zona portuaria, se puede diferenciar entre el puerto de descarga de túnidos, considerado el primer puerto de esta categoría en Europa, y el puerto donde atracan multitud de barcos, mayormente bateeiros, dada la importancia del cultivo de mejillón en sus aguas.
Fue a partir de la segunda mitad del siglo XIX cuando se produce una gran reactivación de la industria naval y de la industria pesquera y portuaria, ligado a la vanguardia del sector conservero. De esta última depende todavía a día de hoy, la mayor parte de la economía de la zona.
Se puede aún observar el “barrio de los catalanes”, en la zona del Arenal, llamado así porque fueron ellos los que se asentaron en esta zona de la villa y sembraron el germen de la industria conservera en la zona. Su impronta se percibe en los diversos apellidos catalanes que se escuchan a día de hoy por la villa.
A Pobra también es sinónimo de familias hidalgas como lo podemos ver representado a través de grandes de pazos que aún se conservan aunque la mayor parte de ellos sean privados. Un ejemplo de ello lo podrás ver en la torre Bermúdez que pregona la prosperidad de O Caramiñal en el siglo XVI y que por herencia llegó a manos de la familia del célebre escritor Ramón María del Valle- Inclán, donde residió. Es por ello, que desde el 1981 se convirtió en la sede del museo del mismo, donde se exhiben fondos vinculados con el dramaturgo.
Como ya habíamos comentado anteriormente, en muchos edificios de la comarca veremos fachadas ornamentadas con figuras desnudas de sirenas, la torre Bermúdez es un ejemplo de ello.
Ya en municipio vecino de Boiro, te sorprenderás con el pintoresco pueblo marinero de Cabo da Cruz, con su puerto, sus estrechas calles su playa da Ribeira Grande y con sus casas de mil colores que te alegrarán la vista. Parece ser que los marineros de la zona pintaban sus casas del mismo color que les sobraba de pintar también sus embarcaciones, de ahí su variada y divertida gama.
La toponimia siempre arroja mucha información interesante sobre cualquier lugar y resulta que Cabo da Cruz pertenece a la parroquia de castro que tiene su origen precisamente en el castro do Achadizo. Se trata éste de un recinto fortificado de la Edad del Hierro cuyos restos se encuentran cerca del puerto.
Este fantástico día terminará en el ayuntamiento de Rianxo tierra de marineros, xoubas y Rianxeira pero Rianxo, no es solo costa y esto lo comprobarás subiendo por una carretera de montaña hasta el mirador de A Muralla, desde donde contemplarás unas fabulosas vistas ya no sólo de las rías conocidas hasta ahora, sino también de la ría de Muros y Noia. Además también permite disfrutar de una panorámica hacia las tierras del interior y hasta si el día lo permite, podrás distinguir en la lejanía las torres de la Catedral de Santiago de Compostela.
Existen teorías que sostienen que muy probablemente los pequeños núcleos de población que se ubican en las laderas de subida al monte Muralla, proceden de antiguos peregrinos francos que estando condenados a muerte o contagiados de enfermedades infecciosas, eran repudiados por la población local y se acabaron instalando en zonas, a priori, nada propicias para vivir, debido a su clima más duro y a sus grandes pendientes que dificultaban el cultivo de alimentos.
Ya en el centro de la villa marinera de Rianxo, tendrás el placer de recorrer sus calles, su puerto y conocer las casas de escritores tan ilustres como fueron Manuel Antonio, Rafael Dieste y Castelao que curiosamente se sitúan en la misma calle y muy cerca unas de otras. Llegarás hasta el lugar de A Praciña para conocer las características casas do remo y comprender lo austera y sencilla que debió de ser la vida de los marineros rianxeiros años atrás. Antiguamente, la fachada marítima estaba muy demandada por las gentes del mar para realizar más cómodamente sus labores, por eso el remo era la medida utilizada para repartirse el terreno destinado a la construcción de la casa.
Disfrutando de una relajante caminata por el paseo da praia da Torre, tendrás la suerte de conocer los restos de lo que fue una antigua fortaleza medieval del siglo XIII denominada O Castelo da Lúa y que perteneció al primer señor de Rianxo llamado Paio Gómez Chariño. Seguro que te resultará llamativa la denominación de la fortaleza, la explicación la encontramos en la leyenda que trata sobre el amor entre dos presos encerrados en el castillo, un caballero que se recuperaba de sus heridas en y una joven que lo ayudó a curarse. Una noche, decidieron escaparse en un bote, pero la mala fortuna hizo que fuesen avistados por los arqueros que intentaron matar a estos dos fugitivos. El cuerpo del caballero recibió los disparos de tres flechas mientras tapaba a la dama pero una ola hizo que la barca volcase.
Al día siguiente, las olas trajeron a la orilla los cuerpos de los enamorados abrazados y fueron sepultados a los pies de una de las torres del castillo. Desde entonces la fortaleza se conoce como el Castelo da Lúa.