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Itinerario de 3 días



Tienes por delante tres días en los que conocerás el cautivador destino Barbanza-Arousa. Una variada y rica oferta que destaca por su patrimonio cultural y natural que convertirá la estadía en este destino en una experiencia inolvidable.

 

Día 1

Empezarás el día en el municipio de A Pobra do Caramiñal. Se trata de una villa marinera pero que también posee una magnífica estampa de montaña que es donde empieza el recorrido de hoy.  Luego, te  dirigirás hasta el cercano pueblo de Ribeira y terminarás el día junto al faro de Corrubedo arropado por el silbido de un enfurecido mar.

El mirador de A Curota será el punto de inicio de la ruta ya que, situado a más de 500 metros de altura, permite obtener una visión global del Barbanza- Arousa, convirtiéndolo en el lugar más idóneo  para la presentación de la comarca. En la subida serás recibido por el monolito de Valle-Inclán, célebre escritor  muy relacionado con el ayuntamiento pobrense y que tantas veces disfrutó  de estas vistas.

A la llegada, se presentarán ante ti los cuatro municipios que visitarás durante estos tres días como son Ribeira, A Pobra do Caramiñal, Boiro y Rianxo, unidos por la espectacular Sierra del Barbanza (que da nombre a la comarca) y como no, divisarás desde lo alto, la espectacular  Ría de Arousa. Este brazo de mar adentrándose en la costa hace que estas aguas, más tranquilas y aptas para el marisco, sean realmente fértiles. Tanto es así, que puedes observar el gran parque de bateas de mejillones que ejerce un gran peso sobre la economía de la zona.

Como sabrás, las rías son una de las formaciones geológicas que mejor definen a Galicia y que según cuenta la tradición, son el resultado de que Dios posase sus manos sobre Galicia una vez que terminó de crear el mundo.

Para la tradición cristiana, la ría de Arousa también fue testigo del traslado del cuerpo del Apóstol Santiago en barca desde el puerto de Jaffa (Israel)  hasta las tierras de Padrón, hecho que se conoce con el nombre de “la Traslatio”. Te puedes transportar al siglo I d.C e imaginar esa gran barca de piedra trasladando los restos mortales del Apóstol, entrando por la boca de la ría y siguiendo su camino hasta llegar al río Ulla y desde aquí prosiguiendo río arriba hasta llegar a la  actual villa de Padrón.

Pero la ría de Arousa no siempre fue un lugar tranquilo ya que, sufrió numerosos ataques a lo largo de la historia y dado que, además se trataba de la boca entrada por mar al sepulcro del apóstol Santiago, la convertían en un punto defensivo contra multitud de ataques marítimos por parte de vikingos, sarracenos, piratas y corsarios más tarde.

Observarás también Isla de Sálvora, que junto con su archipiélago rocoso, forma parte del Parque Nacional Marítimo Terrestre de las Islas Atlánticas. Se trata de una isla de leyenda y fantástica historia, tanto es así, que si la visitas, una de las primeras cosas que verás será el monumento de una sirena.

¿Y cuál será la explicación a la relación de Sálvora con este ser mitológico?

Pues entre varias leyendas, una de ellas trata sobre el caballero Roldán, que llegó a esta isla escapando de la batalla de Roncesvalles y fue aquí donde conoció a una misteriosa joven que salía del mar. Ésta  resultó ser nada más y nada menos que una sirena a la que éste llamó Mariña y con la que tuvo un hijo iniciándose así el linaje de los Mariño. El apellido continúa siendo a día de hoy bastante común en toda la comarca y en el pasado formó parte de la nobleza gallega. Todavía sus heráldicas están muy presentes en muchas de las fachadas de importantes edificios que salpican toda la comarca.

En frente a Sálvora también tuvo lugar un trágico naufragio como fue el del vapor- correo Santa Isabel  conocido como el “Titanic gallego” en el año 1921. Es curioso el dato de que esta misma embarcación, hubiese sido construida pensando en el desafortunado final que había sufrido el Titanic por la misma época, a fin de evitar tragedia similar.  Pero el temporal que sacudía las costas gallegas no perdonó y el suceso se saldó con más de 200 muertos.

El 2 de Enero, los habitantes de Sálvora salieron con sus humildes embarcaciones, las dornas, al rescate de los náufragos, consiguiendo rescatar a más de medio centenar de supervivientes. En este caso, las heroínas fueron tres mujeres que consiguieron salvar las vidas de estas personas ganándose el nombre de las heroínas de Sálvora y a las que se les puso su nombre a los hórreos que a día de hoy se conservan en la isla.

Otro interesante mirador es el conocido como a Pedra da Ra desde donde podrás atisbar la entrada de la boca de la ría y todo el conjunto que conforma el Parque Natural de Corrubedo. Destaca la Duna de Corrubedo, sus lagunas de Carregal y Vixán y la más conocida de sus playas como es la Playa del Vilar.

La relación con el Apóstol Santiago vuelve a aflorar, además de estar viendo la entrada de la boca de la ría por donde navegaría la barca del Apóstol, cuenta la leyenda que el mismo atravesó con su caballo la ensenada de Corrubedo en un espectacular salto que iba desde el monte de A Cidá (a escasos metros del mirador) hasta Corrubedo, quedando sus pisadas gravadas en las piedras. A día de hoy se conoce una de ella como la piedra de Santiago.

Pero quizás la leyenda más universal asociada al parque natural sea la que lo relaciona con la ciudad de Valverde, también conocida como la “Atlántida Gallega”.  Según esta, bajo la laguna de Carregal estaría sumergida la ciudad de Valverde. Relatan las gentes del lugar que en un día claro todavía se pueden ver en el fondo de la laguna las trabes de las casas y las argollas de bronce a donde se amarraban antiguamente los barcos.

Desde aquí te dirigirás a O Carreiro De Aguiño. Aguiño, es uno de los ejemplos de pueblecitos que viven de la pesca, de ahí, su monumento al marinero que podrás ver en su puerto.

O Carreiro Se trata de una pasarela que posee la peculiaridad de que se va adentrando en el mar al tiempo que conecta un grupo de islotes rocosos. Se sitúa en el lugar donde se produce el encuentro entre las indómitas aguas del océano y las mansas aguas de la ría.

Otro gran reclamo de Ribeira es cómo no,  la duna de Corrubedo. Te sobrecogerán sus dimensiones puesto que, llega a alcanzar los 20 metros de altura y 1.3 quilómetros de longitud.

Aquí volvemos a hacer referencia a la Atlántida  ya que, para algunos, la antigua ciudad de Valverde, estaría sepultada por esta gran duna en vez de ser haber sido anegada bajo las aguas de la laguna de Carregal.

El dolmen de Axeitos, es otro atrayente  icono  que visitarás. Se trata de un monumento megalítico de más de 6.000 años de antigüedad que se sitúa en un tranquilo monte en la aldea de Bretal. Como sabrás, la mitología gallega es muy extensa y existen multitud de leyendas asociadas a todo tipo de restos arqueológicos ya sean petroglifos, dólmenes o castros y donde unos seres mitológicos llamados mouros y mouras que viven debajo de la tierra y poseen grandes tesoros y riquezas, siempre suelen ser los protagonistas de las mismas. De hecho este dolmen también se conoce con el nombre de A Pedra do Mouro.

Se dan las siguientes explicaciones sobre la etimología popular del nombre de Bretal, una de ellas cuenta que un un obispo al pasar del megalito de Axeitos dijo mirando para él: Non quero “Ver-tal”. Este tipo de restos arqueológicos siempre fueron considerados por el cristianismo como lugares de culto paganos, por lo que la repulsa  hacia ellos se ve presente en muchas de las historias asociadas a los mismos.

La próxima parada será La villa de Corrubedo. Dando un paseo por sus estrechas callejuelas, descubrirás un entrañable pueblo pesquero íntimamente ligado al mar y donde te sentirás acompañado por el silbido del viento y el revuelo de sus aguas.

Diferenciarás entre otras embarcaciones, la tradicional dorna, tan arraigada a la cultura de los pueblos marineros de Ribeira.

Fue introducida en las Rías Baixas, probablemente como copia a menor escala del drakar durante las frecuentes invasiones vikingas que pretendían asediar Santiago de Compostela en la Alta Edad Media.

Hay datos para pensar que anterior al siglo XII, el marinero gallego supo adaptar la tecnología nórdica a sus intereses, creando una embarcación difícil de superar en su funcionalidad, facilidad constructiva y economía de materiales, y hasta nuestros tiempos nos ha llegado con lo que parecen ser variaciones mínimas.

Una de las fiestas más conocidas de Ribeira es precisamente la fiesta en honor a la Dorna que celebra cada 24 de julio. Ésta hace referencia a  una bonita historia  que relaciona al pueblo con su embarcación más emblemática. Sus principios nacieron con un carácter solidario para recaudar fondos para entregar a aquellas familias más humildes  para proporcionarles un medio de ingresos a través de la pesca.

Ya como colofón final, acercase hasta el faro de Corrubedo para gozar de un indeleble atardecer, será la mejor forma de finalizar el día.

Cuando el mundo de la navegación decidió ir más allá y no guiarse sólo por la navegación de cabotaje, nació la necesidad de la creación de señales de iluminación que hiciesen reconocibles las costas, naciendo así los faros. La palabra faro proviene de Pharo, una isla situada en frente a la ciudad de Alejandía, donde se construyó una de las sietes maravillas del Mundo Antiguo como fue el faro de Alejandría que data del año 279 a.C

El noveno en iluminar las costas gallegas fue el faro de Corrubedo en el 1853. Su ubicación te sorprenderá y comprenderás porqué se hizo tan necesario dada la complejidad de esta costa Atlántica en donde se daban numerosos naufragios. Aunque a veces también resultó ser un tanto traicionero ya que la descoordinación con  otros faros como el de Fisterra, el de las islas Cíes o Sálvora, dio lugar a alguna que otra confusión, como sucedió seguramente en el caso del naufragio del trasatlántico Santa Isabel frente a la isla de Sálvora. Este suceso  hizo que se cambiase la luz blanca que emitía hasta el momento el faro de Corrubedo por una luz roja, lo que le valió para que lo denominasen “el faro comunista”.

Como según se dice, en Corrubedo, una vez puesto el sol todavía resta una hora más de luz, dispondrás de tiempo suficiente para recrearte de este embravecido e hipnótico panorama.

 

 

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Día 2

En este día conocerás más en profundidad el municipio de A Pobra do Caramiñal y también uno de los lugares más sensacionales del vecino municipio de Boiro como es la cima de la sierra del Barbanza.

A Pobra do Caramiñal se trata de una villa marinera  ligada profundamente al mar,  detalle que podrás comprobar cuando llegues a su zona portuaria  donde diferenciarás los dos puertos que tanto representan a día de hoy para la economía de la zona. Se trata del puerto de descarga de túnidos (el más importante de Europa) y el otro destinado al amarre de los barcos, sobretodo bateeiros que se dedican al cultivo del mejillón. De ahí, que una de las industrias más importantes de la zona, sea la conservera que se dedica sobre todo al procesado de mejillón y de atún.

La relación de A Pobra con la industria conservera se ve reflejada en la zona del arenal, en el llamado  barrio de los catalanes llamado así, porque fueron ellos los que se asentaron en este emplazamiento y sembraron el germen de la industria conservera en la zona. Llegaron en la segunda mitad del s. XVIII pero fue en la segunda mitad del siglo XIX cuando se produce una gran reactivación de la industria. Su impronta se percibe en los diversos apellidos catalanes que se escuchan a día de hoy por la villa.

A Pobra, también es sinónimo de familias hidalgas como lo podemos ver representado a través de grandes de pazos que aún se conservan, aunque la mayor parte de ellos sean privados. Un ejemplo de ello, lo podrás ver en la torre Bermúdez que pregona la prosperidad de O Caramiñal en el siglo XVI y que por herencia llegó a manos de la familia del célebre escritor Ramón María del Valle- Inclán, donde residió. Es por ello, que desde el 1981 se convirtió en la sede del museo del mismo, donde se exhiben fondos vinculados con el dramaturgo.

Te sorprenderá ver en su ornamentada fachada la figura de una sirena y de un tritón, otro claro ejemplo de la relación de esta villa con el mar y con la leyenda e historia de la familia de los Mariño.

En el parque de O Castelo, te encontrarás con el cruceiro conmemorativo de la Ruta Jacobea del mar de Arousa y río ulla (Cruceiro de la Virgen de la Peregrina) que forma parte del Viacrucis del mar de Arousa y Ulla. Representa la relación de estas tierras con el peregrinaje a Santiago y narra mediante sus grabados el traslado de los restos del Apóstol Santiago. Antes del siglo XIX esta villa estaba divida en dos poblaciones, O Caramiñal y A Pobra do Deán. En el fuste se pueden ver los dos símbolos de las dos localidades como son la planta de la caramiña (en referencia a la villa del Caramiñal) y la concha de vieira (en alusión a la Pobra do Deán) y que tras la unión de estos pasó a llamarse A Pobra do Caramiñal.

Otro vestigio de la relación con el mar es la casa mariñeira, una de las pocas casas tradicionales y tan bien conservadas que quedan todavía en pie en la localidad.

Muy cerca de aquí y también haciendo alusión a las peregrinaciones podrás ver la iglesia de Santiago do Deán con la imagen del Apóstol Santiago.

La siguiente propuesta que se te presenta a continuación es la visita al río Pedras. Te sentirás engullido por su exótica y frondosa vegetación, por la humedad penetrante de sus aguas y la multitud de cantos rodados presentes en todo el curso del río.

Una vez observes el entorno que te rodea, igual se te hace más creíble la leyenda sobre este río que narra que San Mauro llegó al lugar en una barca de piedra (barca que se identifica con una roca que todavía se observa al borde de las piscinas), perseguido por los moros pero la providencia dispuso que según el santo iba remontando el río, así lo iba llenando de cantos rodados para obstaculizar el paso a sus perseguidores.

La tranquilidad y las soberbias vistas que te brindará el paseo de Cabío- O Xobre, no te decepcionará. Irás bordeando la playa de Cabío, de turquesas aguas y arena blanca hasta llegar al conjunto histórico de O  Xobre. Éste está formado por la iglesia, donde obtendrás una vista de toda la zona costera del pueblo, viendo el paseo marítimo a lo lejos y el puerto, por una hermosa casa rectoral, las ruinas de la fachada del convento de San Antonio y el castro de la finca conventual en Punta Ostreira. Todo ello, enclavado en una zona de elevado valor paisajístico y natural.

Como dato curioso, el paseo marítimo de Cabío fue uno de los primeros que se construyó en la comarca y su arenal el primero en adquirir la bandera azul.

Ya se había comentado anteriormente la tierra de contrastes en la que encuentras.  Lo que se te propone ahora, será pasar de la orilla del mar a lo alto de la sierra del Barbanza, concretamente al monte Iroite, situado a casi 700 metros de altitud, ya en el vecino ayuntamiento de Boiro.  Aquí, además de gozar de unas sobrecogedoras vistas de toda la ría de Arousa, la de Muros y Noia y de una típica estampa de montaña, tendrás el placer de conocer algunos de los monumentos megalíticos más importantes del noroeste peninsular. Estamos hablando de la llamada ruta de las Mámoas y que son el  testimonio de los primeros habitantes del Barbanza, seis mil años antes de Cristo. Se trata de una necrópolis tumular formada por más  de 30 túmulos funerarios, donde A Arca do Barbanza, el dolmen más grande de Galicia y A Casota do Páramo y  son los más destacados.

 

 

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Día 3

Se presenta ante ti el último día en esta inigualable comarca. Visitarás dos enclaves de Boiro como son el pueblo marinero de Cabo da Cruz y los castros de Neixón para luego dirigirte hasta Rianxo donde conocerás sus rincones más sugerentes para acabar despidiendo el día desde el paseo marítimo con vistas a su espectacular ensenada y a la sierra del Barbanza.

Un buen lugar para empezar el día es en el concello de Boiro, concretamente en el pueblo llamado Cabo da Cruz, pueblo de gran arraigo y tradición marinera. Conocerás un poco de su historia, verás su muelle antiguo (de los más antiguos de la ría),podrás caminar por sus estrechas y retorcidas calles y recorrer sus paseos, el de Ribeira Grande o el de Carragueiros, acompañados siempre por las aguas de la ría y por sus playas de arena blanca.

Pero lo que seguramente más te llame la atención sea su colorida y divertida fachada marítima que nunca pasa desapercibida. Parece ser que los marineros de la zona pintaban sus casas del mismo color que les sobraba de pintar también sus embarcaciones, de ahí su variada gama cromática.

La toponimia siempre arroja mucha información interesante sobre cualquier lugar y resulta que Cabo da Cruz pertenece a la parroquia de castro que tiene su origen precisamente en el Castro do Achadizo. Se trata éste de un recinto fortificado de la Edad del Hierro cuyos restos se encuentran cerca del puerto.

Hablando de castros, los Castros de Neixón serán el siguiente punto al que te dirijas. Se trata de unos de los conjuntos arqueológicos de la época castrexa más antiguos de Galicia.  Hay dos,  el Castro Pequeño y el Castro Grande.

La paz que te invadirá al llegar al lugar, hará que te transportes a aquellos años de la edad de hierro y que te imagines como podría ser la vida en este entorno tan privilegiado.

Es este también otro lugar asociado a los seres mitológicos más conocidos de Galicia como son los mouros. Se decía que vivían aquí, que poseían gran cantidad de tesoros y que además habían construido un túnel subacuático que uniría el Castro Grande de Neixón con la otra punta de la ensenada de Rianxo. Verdad o no, esta otra de las tantas leyendas que forman parte del patrimonio inmaterial de incalculable valor para la cultura castrexa, y que gracias a ellos, mantuvo latente la curiosidad por el mundo de los castros ayudando a dar explicación a estas estructuras de las que  no se conocía su existencia.

Después de hablar de Rianxo ya te apetecerá conocer este nuevo destino, pues bien, de  la costa pasaremos a la montaña, concretamente al Mirador de A  Muralla. Desde donde contemplarás unas fabulosas vistas de la ría de Arousa y de la ría de Muros y Noia. Además, también disfrutarás de una vista panorámica hacia las tierras del interior como es Padrón e incluso, si el día lo permite, podrás distinguir en la lejanía las torres de la Catedral de Santiago de Compostela.

Existen teorías que sostienen que muy probablemente los pequeños núcleos de población que se ubican en las laderas de subida al monte Muralla, proceden de antiguos peregrinos francos que estando condenados a muerte o contagiados de enfermedades infecciosas, eran repudiados por la población local y se acabaron instalando en zonas, a priori, nada propicias para vivir, debido a su clima más duro y a sus grandes pendientes que dificultaban el cultivo de alimentos.

Otro de los lugares con más encanto del municipio se encuentra en la parroquia de Isorna. Se trata de un enclave históricamente ligado al río Ulla, río gracias al cual se formó la ría de Arousa y que divide las provincias de A Coruña y Pontevedra. Las ánforas fenicias y espadas sumergidas en él, nos dan una idea de los muchos acontecimientos históricos que los que debió de ser testigo.

Encamínate a la Punta do Cabo, donde te encontrarás con vistas excepcionales de la desembocadura del río Ulla en la misma ría de Arousa y la margen pontevedresa del río. Si diriges la vista hacia el interior diferenciarás dos promontorios que se corresponden con el monte Palleiro y el monte das Cercas.

En esta misma ubicación,  te encontrarás con un elemento que nos vuelve a recordar que por aquí pasó el cuerpo sin vida del apóstol Santiago, estamos hablando de un cruceiro. Posee además la peculiaridad de pertenecer al único Vía Crucis marítimo fluvial que existe.

Entre las dos bandas de la ría y del río se reparten hasta 17 cruceiros que tienen su explicación en la conmemoración del recorrido de la barca de piedra que trasladaba (de aquí el nombre Traslatio) el cuerpo sin vida del Apóstol Santiago, decapitado en Tierra Santa y al que acompañaban en su milagroso viaje sus dos discípulos predilectos, Teodoro y Atanasio.

El río ulla, significó una gran fuente de riqueza y florecimiento del comercio para los locales dada su condición de río navegable pero también fue testigo de diversas invasiones  como las vikingas. Debido a ello, los habitantes de ambas márgenes del río, tuvieron que ingeniárselas para defenderse de estos ataques mediante la construcción de  fortalezas, y como ejemplo de ello, río arriba verás en el margen opuesto, las Torres de Oeste.

También aquí, desde Isorna, los historiadores nos cuentan que precisamente en este lugar, se emplazaban unas cadenas defensivas entre ambas orillas que se alzaban al paso de una embarcación enemiga para impedir su paso y evitar que llegasen a Santiago de Compostela que siempre estaba en el punto de mira de los atacantes.

Nuevamente, vuelve a sorprendernos como la toponimia nos acompaña en la historia de cada pueblo y es que el monte que habíamos mencionado antes, el monte Palleiro (apelativo de paja), se llama precisamente así porque desde la cumbre, sus habitantes daban señales de peligro con fachos de paja cuando atacaban los vikingos. ¿Interesante verdad?

El otro promontorio que habíamos mencionado antes resaltando con su esbelta silueta en el paisaje de Isorna, es el monte de As Cercas.  Aquí se hallan restos de un antiguo asentamiento castrexo, El castro das Cercas, y que durante la dominación romana se trataba de uno de los puertos comerciales del imperio.

Como no, siempre que hablamos de un castro le acompaña su leyenda de mouros, se dice que éstos habían construido unas escaleras en el interior del monte para bajar protegidos de los enemigos, a coger agua del Ulla.

La próxima parada será ya en el centro de la villa marinera de Rianxo, tendrás el placer de recorrer sus calles, su puerto y conocer las casas de escritores tan ilustres como fueron Manuel Antonio, Rafael Dieste y  Castelao que curiosamente se sitúan en la misma calle y muy cerca unas de otras. Llegarás hasta el lugar de A Praciña para conocer las características casas do Remo y comprender lo austera y sencilla que debió de ser la vida de los marineros rianxeiros años atrás. Antiguamente, la fachada marítima estaba muy demandada por las gentes del mar para realizar más cómodamente sus labores, por eso el remo era la medida utilizada para repartirse el terreno destinado a la construcción de la casa.

Ya para ir despidiendo el día, un lugar muy especial y de gran encanto es el paseo marítimo que lleva hasta la praia da Torre, desde donde un espectacular  crepúsculo acompañará tu recorrido. Aquí podrás divisar al otro lado de la ensenada, la pequeña península en la que se ubican los castros de Neixón  e imaginarte el túnel que discurriría debajo de estas aguas cargadas de misterio.

Además tendrás la suerte de conocer los restos de una antigua fortaleza medieval del siglo XIII denominada O Castelo da Lúa y que perteneció al primer señor de Rianxo llamado Paio Gómez Chariño.

El nombre de esta fortaleza tiene la explicación en una romántica  leyenda que versa sobre el amor entre dos presos encerrados en el castillo, un caballero que se recuperaba de sus heridas en  y una joven que lo ayudó a curarse. Una noche decidieron escaparse en un bote, pero la mala fortuna hizo que fuesen avistados por los arqueros que intentaron matar a los fugitivos. El cuerpo del caballero recibió los disparos de tres flechas mientras tapaba a la dama pero una ola hizo que la barca volcase.

Al día siguiente, las olas trajeron a la orilla los cuerpos de los enamorados abrazados y fueron sepultados a los pies de una de las torres del castillo. Desde entonces la fortaleza se conoce como el Castelo da Lúa.

Ahora que ya conoces en profundidad del destino Barbanza-Arousa, comprenderás que no hay mejor lugar para resumir el recorrido por esta maravillosa comarca que disfrutar de las vistas a la sierra del Barbanza y de la fastuosa ría de Arousa. Se puede decir que se trata de los dos iconos que mejor resumen la historia pasada y presente de esta fascinante tierra.

 

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