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Itinerario de 2 días



En estos dos días de recorrido por el Barbanza-Arousa conocerás los cuatro municipios que forman la comarca su variado y rico patrimonio,  su salvaje y exuberante naturaleza y sus gentes.

 

Día 1 (A Pobra-Ribeira)

El lugar elegido para empezar con el recorrido es la villa de A Pobra do Caramiñal que a pesar de ser el municipio más pequeño de los cuatro te sorprenderá con todo lo que tiene que ofrecer. El recorrido comienza a la orilla del mar y terminarás en la cima más elevada de la villa como es el monte Curota, situada en el extremo sur de la sierra del Barbanza y que da nombre a esta comarca. Posteriormente, la visita continuará hasta el cercano municipio de Ribeira en donde despedirás el día en un enclave inmejorable como es el faro de Corrubedo.

En la acogedora villa de A Pobra do Caramiñal tu visita empezará en el parque de O Castelo que como su nombre indica, estas fueron tierras donde se asentó un castillo que fue destruido durante las Revueltas Irmandiñas. Aquí te encontrarás con el cruceiro conmemorativo de la ruta jacobea del mar de Arousa y río ulla (Cruceiro de la Virgen de la Peregrina) que forma parte del Viacrucis del mar de Arousa y Ulla. Representa la relación de estas tierras con el peregrinaje a Santiago y narra mediante sus grabados el traslado de los restos del Apóstol Santiago.

Antes del siglo XIX, esta villa estaba divida en dos poblaciones, O Caramiñal y A Pobra do Deán. En el fuste se pueden ver los dos símbolos de las dos localidades como son la planta de la caramiña (en referencia a la villa del Caramiñal) y la concha de vieira (en alusión a la Pobra do Deán) y que tras su fusión pasó a llamarse A Pobra do Caramiñal.

Muy cerca de aquí y haciendo alusión a las peregrinaciones y al camino de Santiago, podrás ver la iglesia de Santiago do Deán con la imagen del apóstol Santiago en una de sus fachadas.

Seguramente te preguntarás por la relación del peregrinaje con esta comarca, lo cierto es que fue realmente por estas aguas que bañan los municipios del Barbanza-Arousa, por donde se dice que entró la barca de piedra que transportaba el cuerpo del Apóstol allá por el año 44 de nuestra era. Incluso se conserva una edificación llamada el  hospitaliño que servía como lugar para curarse los peregrinos que llegaron a estas tierras.

Como villa de tradición marinera, podrás ver en el mismo parque y al lado de este cruceiro, la Casa Mariñeira, una de las pocas casas tradicionales y tan bien conservadas que quedan todavía en pie en la localidad.

En la zona portuaria, se puede diferenciar entre el puerto de descarga de túnidos, considerado el primer puerto de  esta categoría en Europa, y el puerto donde atracan multitud de barcos, mayormente bateeiros, dada la importancia del cultivo de mejillón en sus aguas.

Fue a partir de la segunda mitad del siglo XIX cuando se produce una gran reactivación de la industria naval y de la industria pesquera y portuaria, ligado a la vanguardia del sector conservero. De esta última, depende todavía a día de hoy, la mayor parte de la economía de la zona.

Se puede aún observar el “barrio de los catalanes”, en la zona del Arenal, llamado así porque fueron ellos los que se asentaron en este emplazamiento y sembraron el germen de la industria conservera en la zona. Su impronta se percibe en los diversos apellidos catalanes que se escuchan a día de hoy por la villa.

A Pobra también es sinónimo de familias hidalgas como lo podemos ver representado a través de grandes de pazos que aún se conservan aunque la mayor parte de ellos sean privados. Un ejemplo de ello, lo podrás ver en la torre Bermúdez que pregona la prosperidad de O Caramiñal en el siglo XVI y que por herencia llegó a manos de la familia del célebre escritor Ramón María del Valle- Inclán, donde residió. Es por ello, que desde el 1981 se convirtió en la sede del museo del mismo, donde se exhiben fondos vinculados con el dramaturgo.

Te sorprenderá ver en su ornamentada fachada la figura de una sirena y de un tritón, claros ejemplos de la relación de esta villa, tradicionalmente marinera, con el mar. Quédate con el ejemplo de la sirena porque más adelante te explicaremos el porqué de la misma y su representación en multitud de edificios nobles  repartidos por todo el Barbanza.

Te maravillarás con la siguiente propuesta que se te presenta a continuación, te sentirás engullido por su exótica y frondosa vegetación, por la humedad penetrante de sus aguas y la multitud de cantos rodados presentes en todo el curso del río. Estamos hablando del río Pedras y de sus piscinas naturales que, si el tiempo acompaña, un buen chapuzón siempre es bien recibido.

Una vez observes el entorno que te rodea, igual se te hace más creíble la leyenda sobre este río que narra que San Mauro llegó al lugar en una barca de piedra (barca que se identifica con una roca que todavía se observa al borde de las piscinas), perseguido por los moros, pero la providencia dispuso que según el santo iba remontando el río, así lo iba llenando de cantos rodados para obstaculizar el paso a sus perseguidores.

Ahora te dirigirás al mirador de A Curota a unos 500m de altura que cuando las nubes lo permiten, se puede divisar la espectacular estampa que se esconde tras ellas. No es de extrañar que Valle- Inclán también se quedase prendado de tanta belleza y que se convirtiese en un lugar recurrente para el escritor, de ahí su estatua dominando la ría.

En esta ocasión, la que ves a tus pies se trata de la ría de Arousa, la mayor de las gallegas. Este brazo de mar adentrándose en la costa hace que estas aguas, más tranquilas y aptas para el marisco, sean realmente fértiles. Tanto es así, que puedes observar el gran parque de bateas de mejillones que ejerce un gran peso sobre la economía de la zona.

Las rías, estas formaciones geológicas tan representativas de Galicia también tienen su explicación legendaria, según cuenta la leyenda, son el resultado de que Dios posase sus manos sobre Galicia una vez que terminó de crear el mundo.

Como ya se había comentado anteriormente, esta ría está íntimamente ligada a la tradición Xacobea puesto que,  según el cristianismo, la ría de Arousa fue testigo del traslado del cuerpo del Apóstol Santiago en barca desde el puerto de Jaffa (Israel) hasta las tierras de Padrón, lo que se conoce como la “la Traslatio”. Te puedes transportar al siglo I d.C e imaginar esa gran barca de piedra trasladando los restos mortales del Apóstol entrando por la boca de la ría y siguiendo su camino hasta llegar al río Ulla y desde aquí prosiguiendo río arriba hasta llegar a la  actual villa de Padrón.

Pero la ría de Arousa no siempre fue un lugar tranquilo ya que sufrió numerosos ataques a lo largo de la historia y dado que además se trataba de la boca entrada por mar al sepulcro del apóstol Santiago, la convertían en un punto defensivo contra multitud de ataques marítimos por parte de vikingos, sarracenos, piratas y corsarios más tarde.

También observarás la Isla de Sálvora, isla de leyenda y fantástica historia de donde obtendrás la respuesta a la relación de la figura de la sirena con este territorio. Si visitas la isla, una de las primeras cosas que verás, será la estatua de una sirena.

¿Y cuál será la explicación a la relación de Sálvora con este ser mitológico?

Pues entre varias leyendas, una de ellas trata sobre el caballero Roldán que llegó a esta isla escapando de la batalla de Roncesvalles y fue aquí donde conoció a una misteriosa joven que salía del mar y que resultó ser nada más y nada menos que una sirena a la que éste llamó Mariña y con la que tuvo un hijo iniciándose así el linaje de los Mariño.

Este apellido continúa siendo a día de hoy bastante común en toda la comarca y en el pasado formó parte de la nobleza gallega. Todavía sus heráldicas están muy presentes en muchas de las fachadas de importantes edificios que salpican toda la comarca.

La visita al ayuntamiento de Ribeira empezará en Palmeira, pequeño y acogedor pueblo marinero que se extiende a lo largo del puerto, en el fondo de su pequeña ensenada. Aquí, podrás acercarte al mirador de o Castelo con vistas a la ría pero también al propio pueblo. En la cima del mismo, se ubica el monumento al emigrante que recuerda aquella oleada de palmeirenses? que tuvieron que abandonar estas tierras a pesar de la abundancia de sus aguas.

En su puerto, que aún conserva casi intacta su estructura original del siglo XVIII, amarran a día de hoy sus tradicionales embarcaciones como son las dornas y que según diversos estudios, señalan que serían de procedencia vikinga. Fue introducida en las Rías Baixas, probablemente como copia a menor escala del drakar durante las frecuentes invasiones vikingas que pretendían asediar Santiago de Compostela en la Alta Edad Media.

Hay datos para pensar que anterior al siglo XII, el marinero gallego supo adaptar la tecnología nórdica a sus intereses, creando una embarcación difícil de superar en su funcionalidad, facilidad constructiva y economía de materiales, y hasta nuestros tiempos nos ha llegado con lo que parecen ser variaciones mínimas.

Una de las fiestas más conocidas de Ribeira es precisamente la fiesta de la Dorna. Su celebración es el 24 de julio y hace referencia a  una bonita historia  que relaciona al pueblo con su embarcación más emblemática. Sus principios nacieron con un carácter solidario para recaudar fondos para entregar a aquellas familias más humildes  para proporcionarles un medio de ingresos a través de la pesca.

Otro interesante mirador es el conocido como a Pedra da Ra desde donde podrás atisbar la entrada de la boca de la ría y todo el conjunto que conforma el Parque Natural de Corrubedo. Destaca la Duna de Corrubedo, sus lagunas de Carregal y Vixán y la más conocida de sus playas como es la Playa del Vilar.

La relación con el Apóstol Santiago vuelve a aflorar.  Además de estar viendo la entrada de la boca de la ría por donde navegaría la barca del Apóstol, cuenta la leyenda que el mismo, atravesó con su caballo la ensenada de Corrubedo en un espectacular salto que iba desde el monte de A Cidá (a escasos metros del mirador) hasta Corrubedo, quedando sus pisadas gravadas en las piedras. A día de hoy se conoce una de ella como la piedra de Santiago.

Pero quizás la leyenda más universal asociada al parque natural sea la que lo relaciona con la ciudad de Valverde, también conocida como la “Atlántida Gallega”.  Según esta, bajo la laguna de Carregal estaría sumergida la ciudad de Valverde. Relatan las gentes del lugar que en un día claro todavía se pueden ver en el fondo de la laguna las trabes de las casas y las argollas de bronce a donde se amarraban antiguamente los barcos.

Otros también asocian la duna a la ciudad de Valverde y que ésta pudo quedar sepultada por arena en vez de ser anegada.

Desde aquí se vuelve a divisar nuevamente la isla de Sálvora, donde surgió el amor entre una sirena y un caballero pero fue en ella también donde tuvo lugar también un trágico suceso conocido como el “Titánic gallego”.

Antes de poner punto y final a nuestra travesía, otro gran icono de Ribeira es el dolmen de Axeitos, monumento megalítico que con sus casi 6.000 años de antigüedad, sigue en pie para transmitirnos a día de hoy la cultura de nuestro antepasado prehistórico.

Como sabrás, la mitología gallega es muy extensa y existen multitud de leyendas asociadas a todo tipo de restos arqueológicos ya sean petroglifos, dólmenes o castros y donde unos seres mitológicos llamados mouros y mouras que viven debajo de la tierra y poseen grandes tesoros y riquezas, siempre suelen ser los protagonistas de las mismas. De hecho este dolmen también se conoce con el nombre de “A pedra do Mouro”.

Ya como colofón final, acercase hasta el faro de Corrubedo para gozar de un indeleble atardecer, será la mejor forma de finalizar el día.

Cuando el mundo de la navegación decidió ir más allá y no guiarse sólo por la navegación de cabotaje, nació la necesidad de la creación de señales de iluminación que hiciesen reconocibles las costas, naciendo así los faros. La palabra faro proviene de Pharo, una isla situada en frente a la ciudad de Alejandía, donde se construyó una de las sietes maravillas del Mundo Antiguo como fue el faro de Alejandría construido en año 279 a.C

El noveno en iluminar las costas gallegas fue el faro de Corrubedo en 1853. Su ubicación te sorprenderá y comprenderás porqué se hizo tan necesario dada la complejidad de esta costa Atlántica, en donde se daban numerosos naufragios. Aunque a veces también resultó ser un tanto traicionero ya que, la descoordinación con  otros faros como el de Fisterra, el de las islas Cíes o Sálvora dio lugar a alguna que otra confusión, como sucedió seguramente en el caso del naufragio del trasatlántico Santa Isabel frente a la isla de Sálvora conocido como el “Titanic Gallego”.  Suceso  hizo que se cambiase la luz blanca que emitía hasta el momento el faro de Corrubedo por una luz roja, lo que le valió para que lo denominasen “el faro comunista”.

Este suceso tuvo lugar el día 2 de enero de 1921 cuando el vapor- correo Santa Isabel  naufragó a escasos metros de la isla. Es curioso el dato que esta misma embarcación hubiese sido construida pensando en el fatídico destino que había sufrido el Titánic por la misma época, a fin de evitar tragedia similar pero el temporal que sacudía las costas gallegas no perdonó y el suceso se saldó con más de 200 muertos.

Ese día, los habitantes de Sálvora salieron con sus humildes embarcaciones, las dornas, al rescate de los náufragos, consiguiendo rescatar a más de medio centenar de supervivientes. En este caso las heroínas fueron tres mujeres que consiguieron salvar las vidas de estas personas, ganándose el nombre de las heroínas de Sálvora y a las que se les puso su nombre a los hórreos que a día de hoy se conservan en la isla.

Ahora que ya sabes un montón sobre el parque natural solo queda que te acerques a visitar su gran duna de Corrubedo que con sus con sus 20 metros de altura y más de un quilómetro de longitud no dejará a nadie indiferente.

Como según se dice, en Corrubedo, una vez puesto el sol todavía resta una hora más de luz, dispondrás de tiempo suficiente para recrearte de este embravecido e hipnótico panorama.

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Día 2 (Boiro-Rianxo)

Durante estos dos días, recorrerás los otros dos concellos que te faltan por conocer como son Boiro y Rianxo. Te embelesarán sus paisajes y te empaparás su cultura marinera que tanto caracteriza a nuestra comarca.

Un buen lugar para empezar el día es en el concello de Boiro, concretamente en el pueblo llamado Cabo da Cruz, pueblo de gran arraigo y tradición marinera. Conocerás un poco de su historia, verás su muelle antiguo (de los más antiguos de la ría),podrás caminar por sus estrechas y retorcidas calles y recorrer sus paseos, el de Ribeira Grande o el de Carragueiros, acompañados siempre por las aguas de la ría y por sus playas de arena blanca.

Pero lo que seguramente más te llame la atención sea su colorida y divertida fachada marítima que nunca pasa desapercibida. Parece ser que los marineros de la zona pintaban sus casas del mismo color que les sobraba de pintar también sus embarcaciones, de ahí su variada gama cromática.

La toponimia siempre arroja mucha información interesante sobre cualquier lugar y resulta que Cabo da Cruz pertenece a la parroquia de castro que tiene su origen precisamente en el Castro do Achadizo. Se trata éste de un recinto fortificado de la Edad del Hierro cuyos restos se encuentran cerca del puerto.

Hablando de castros, los Castros de Neixón serán el siguiente punto al que te dirijas. Se trata de unos de los conjuntos arqueológicos de la época castrexa más antiguos de Galicia y hay dos, el Castro Grande y el Castro Pequeño.

La paz que te invadirá al llegar al lugar, hará que te transportes a aquellos años de la edad de hierro y que te imagines como podría ser la vida en este entorno tan privilegiado.

Es este también otro lugar asociado a los seres mitológicos más conocidos de Galicia como son los mouros. Se decía que vivían aquí, que poseían gran cantidad de tesoros y que además habían construido un túnel subacuático que uniría el Castro Grande de Neixón con la otra punta de la ensenada de Rianxo. Verdad o no, esta otra de las tantas leyendas que forman parte del patrimonio inmaterial de incalculable valor para la cultura castrexa, y que gracias a ellos mantuvo latente la curiosidad por el mundo de los castros y que ayudaron a dar explicación a estas estructuras que de las que o conocían su existencia.

Después de hablar de Rianxo ya te apetecerá conocer este nuevo destino, pues bien, de  la costa pasaremos a la montaña, concretamente al Mirador de A  Muralla. Desde donde contemplarás unas fabulosas vistas ya no sólo de las rías conocidas hasta ahora, sino también de la ría de Muros y Noia. Además también permite disfrutar de una panorámca hacia las tierras del interior e incluso, si el día lo permite, podrás distinguir en la lejanía las torres de la Catedral de Santiago de Compostela.

Existen teorías que sostienen que muy probablemente los pequeños núcleos de población que se ubican en las laderas de subida al monte Muralla, proceden de antiguos peregrinos francos que estando condenados a muerte o contagiados de enfermedades infecciosas, eran repudiados por la población local y se acabaron instalando en zonas, a priori, nada propicias para vivir, debido a su clima más duro y a sus grandes pendientes que dificultaban el cultivo de alimentos.

Otro de los lugares con más encanto del municipio es A Aldea, en la parroquia de Isorna. Se trata de un enclave históricamente ligado al río Ulla, río gracias al cual se formó la ría de Arousa y que divide las provincias de A Coruña y Pontevedra. Fue testigo de muchos sucesos que aquí tuvieron lugar, como así lo hace saber las ánforas fenicias y espadas sumergidas en él.

Encamínate a la Punta do Cabo, donde te encontrarás con vistas excepcionales de la desembocadura del río Ulla en la misma ría de Arousa y la margen pontevedresa del río. Si diriges la vista hacia el interior diferenciarás dos promontorios que se corresponden con el monte Palleiro y el monte das Cercas.

En esta misma ubicación,  te encontrarás con un elemento que nos vuelve a recordar que por aquí pasó el cuerpo sin vida del apóstol Santiago, estamos hablando de un cruceiro. Posee además la peculiaridad de pertenecer al único Vía Crucis marítimo fluvial que existe.

Entre las dos bandas de la ría y del río se reparten hasta 17 cruceiros que tienen su explicación en la conmemoración del recorrido de la barca de piedra que trasladaba (de aquí el nombre Traslatio) el cuerpo sin vida del Apóstol Santiago, decapitado en Tierra Santa y al que acompañaban en su milagroso viaje sus dos discípulos predilectos, Teodoro y Atanasio.

El río ulla, significó una gran fuente de riqueza y florecimiento del comercio para los locales dada su condición de río navegable pero también fue testigo de diversas invasiones  como las vikingas. Debido a esto, los habitantes de ambas márgenes del río, tuvieron que ingeniárselas para defenderse de estos ataques mediante la construcción de  fortalezas. Como ejemplo de ello, río arriba verás en el margen opuesto, las Torres de Oeste.

También aquí, desde Isorna, los historiadores nos cuentan que precisamente en este lugar, se emplazaban unas cadenas defensivas entre ambas orillas que se alzaban al paso de una embarcación enemiga para impedir su paso y evitar que llegasen a Santiago de Compostela que siempre estaba en el punto de mira de los atacantes.

Nuevamente vuelve a sorprendernos como la toponimia nos acompaña en la historia de cada pueblo y es que el monte que habíamos mencionado antes, el monte Palleiro (apelativo de paja), se llama precisamente así porque desde la cumbre, sus habitantes daban señales de peligro con fachos de paja cuando atacaban los vikingos. ¿Interesante verdad?

El otro promontorio que habíamos mencionado antes resaltando con su esbelta silueta en el paisaje de Isorna, es el monte das Cercas.  Aquí se hallan restos de un antiguo asentamiento castrexo, El castro das Cercas, y que durante la dominación romana se trataba de uno de los puertos comerciales del imperio.

Como no, siempre que hablamos de un castro le acompaña su leyenda de mouros, se dice que éstos habían construido unas escaleras en el interior del monte para bajar protegidos de los enemigos, a coger agua del Ulla.

La próxima parada será ya en el centro de la villa marinera de Rianxo, tendrás el placer de recorrer sus calles, su puerto y conocer las casas de escritores tan ilustres como fueron Manuel Antonio, Rafael Dieste y  Castelao que curiosamente se sitúan en la misma calle y muy cerca unas de otras. Llegarás hasta el lugar de A Praciña para conocer las características casas do Remo y comprender lo austera y sencilla que debió de ser la vida de los marineros rianxeiros años atrás. Antiguamente, la fachada marítima estaba muy demandada por las gentes del mar para realizar más cómodamente sus labores, por eso el remo era la medida utilizada para repartirse el terreno destinado a la construcción de la casa.

Ya  para ir despidiendo el día, un lugar muy especial y de gran encanto es el paseo marítimo que lleva hasta la praia da Torre, desde donde un espectacular  crepúsculo acompañará tu recorrido. Aquí podrás divisar al otro lado de la ensenada, la pequeña península en la que se ubican los castros de Neixón  e imaginarte el túnel que discurriría debajo de estas aguas cargadas de misterio.

Además tendrás la suerte de conocer los restos de una antigua fortaleza medieval del siglo XIII denominada O Castelo da Lúa y que perteneció al primer señor de Rianxo llamado Paio Gómez Chariño.

El nombre de esta fortaleza tiene la explicación en una romántica  leyenda que trata sobre el amor entre dos presos encerrados en el castillo, un caballero que se recuperaba de sus heridas en  y una joven que lo ayudó a curarse. Una noche decidieron escaparse en un bote, pero la mala fortuna hizo que fuesen avistados por los arqueros que intentaron matar a los fugitivos. El cuerpo del caballero recibió los disparos de tres flechas mientras tapaba a la dama pero una ola hizo que la barca volcase.

Al día siguiente, las olas trajeron a la orilla los cuerpos de los enamorados abrazados y fueron sepultados a los pies de una de las torres del castillo. Desde entonces la fortaleza se conoce como el Castelo da Lúa.

Desde aquí, se pone punto y final a esta travesía por tierras barbanzanas. Un buen lugar que resume tu viaje por estos lugares de leyenda.

 

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