Este paseo es como la vida misma. A lo largo de su recorrido puedes caminar, correr, reflexionar, disfrutar de momentos de ocio, comer, descansar… Apoyado en sus pasarelas de madera se consigue desconectar de la rutina y del estrés del día a día. Sentado en los bancos que rodean el sendero, se contemplan las abundantes bateas que pueblan la Ría de Arousa y que contienen los mejillones, el bivalvo más apreciado de este rincón de Galicia.