Una visita al Mirador de A Garita nos transportará a otra época, a la de los vikingos o de los normandos, y a sus legendarias incursiones en estas tierras por la ría. Los/as vecinos/as del lugar acudían a este monte, en el que todavía se encuentra una gran roca que servía de atalaya a 100 metros de altura entre Santa Uxía y Castiñeiras, para protegerse y defenderse de las invasiones.
También existen en esta localización conjuntos de piedras que forman pequeñas cuevas y que sirvieron de refugio a antigüos pobladores.